lunes, 18 de febrero de 2013

Conferencia "Educación para el amor" de Claudio Naranjo

"Educación para el amor" es una conferencia de Claudio Naranjo en Bellaterra en las X Jornadas de Innovación en la Etapa de Educación Infantil (octubre 2010).

Habla de la necesidad de amarse a uno mismo para poder estar en paz y poder abrirse al amor hacia los demás y cómo esta idea de base debería ser un elemento fundamental para la educación.

Claudio Naranjo muestra un retrato de nuestra civilización, como un movimiento bárbaro que apuesta por la mano dura. En algún momento de la historia, dice, nos volvimos excesivamente competitivos, dejamos de cazar sólo animales para cazar otras personas y sus bienes, y nos hemos vuelto como civilización contrarios al cuerpo y a nuestros deseos. Una forma de estar anti-instintiva, que él lo compara con ser anti-niños. Aboga porque enfaticemos nuestro cerebro mamífero: el amor materno,el amor benevolente, que está en nosotros mismos.

 


Algunos fragmentos de la conferencia:

"La educación es bastante perversa, a pesar de los talentos y buenas intenciones de los educadores. (...)

Entrando en el tema del amor, si vamos a entender el amor como esa parte materna de nosotros, esa capacidad empática, de ponernos en el lugar del otro, interesarnos porque el otro sea feliz, tener la posibilidad de la solidaridad, la posibilidad de la compasión (...) lo que más se necesitará en nuestros tiempos es seres más bondadosos, no seres más inteligentes. Si vamos a superar esta crisis ese es el acento que debe tener el desarrollo humano.
La civilización se ha vuelto contra la naturaleza interna de las personas también con cierto impulso de controlarnos, dominarnos. Hay un énfasis en la crianza en la domesticación, yo creo que después que aprendimos a domesticar a los animales empezamos a domesticar a nuestros hijos. Somos una especie autodomesticada, autodomesticante, no nos damos cuenta de cuán violento es ese proceso. Está bien poner límites, los límites son una parte de la vida, pero nos ensañamos con el niño, es un exceso del (...) 'modelo de padre severo'. Frente a los niños difíciles, que encuentra la gente difíciles, (...) la amenaza es lo más eficiente. (...) La otra actitud, más ligada con el espíritu femenino, es amar.(...)
Deberíamos redefinir que es educación, no sólo reconstruirla. En esa redefinición mi modelo es una educación para estas tres personas interiores: para el padre con sus aspectos no sólo intelectuales sino de autocomprensión y sabiduría; para la parte materna y amorosa; y para el niño. Entonces tendría que recuperarse la espontaneidad y recuperarse esa humildad, ese abrazo interno al niño interno. ¿Cómo podría hacerse eso?
Nadie lo ha dicho más elocuentemente que Nietzsche, (...) sería el espíritu dionisiaco. (...) ¿Qué quiere decir el espíritu dionisiaco? Dionisio fue el más antiguo de los dioses griegos (...), parece que la cultura europea original era una cultura dionisiaca, después se convirtió en un dios marginal, perseguido por los otros dioses (...). Es la fe en la naturaleza, (...) Estaba por una parte Apolo, el dios de la neutralidad, y por otra parte Dionisio, el dios del abandono a los instintos. Qué sabios tener que conciliar los dos, lo uno y lo otro.
Nuestros impulsos nos llevan a equivocaciones (...) comete tus errores lo más pronto posible, porque así los dejarás atrás lo antes posible. (...)

Se instruye para pasar exámenes, que son un ticket para entrar en las fuerzas del trabajo. Con qué derecho se les roba tiempo de vida a los jóvenes para meterles cosas en la cabeza que les servirán para pasar los exámenes. (... )  El verdadero trabajo es simplemente quitar el velo, el verdadero trabajo es deshacer nuestra ceguera.(...)

El autoconocimiento.
Si queremos trascender nuestras emociones destructivas el primer paso es la toma de conciencia.(...)
El autoconocimiento debería ser una cosa esencial en la educación. (...) Sócrates decía que una vida no examinada no vale la pena. (...) La sabiduría de Sócrates era el conocimiento de su ignorancia. El conocerse a uno mismo es un fin en la vida, una cosa primordial. (...)
Simplemente, el tener en el mapa la disciplina del autoconociento ya sería un gran paso hacia adelante. (...) Despuésya se podría entrar cómo sería esto del autoconocimiento, cómo hacerlo. Primero el autoconocimiento debe incluir la toma de conciencia de la vida en semipresente, saber lo que a uno le está pasando, llámese meditación o ser testigo de uno mismo, o de otras maneras. Luego tener una visión de como somos, cómo funcionamos, entender la propia vida, entender las relaciones humanas, entender  las motivaciones que hasta ahora no nos eran conscientes de entender porqué decimos lo que decimos. Hay muchas cosas de las cuales debemos tomar conciencia, ir abriendo los ojos, saliendo de nuestra habitual ceguera.
Muy importante me parece el conocimiento de nuestra personalidad.
(...)
A los niños no debería cuestionárseles su carácter.(...)

Lo que llamamos amor no se puede escribir en palabras, pero se puede identificar según tres dimensiones: la dimensión del gozo, el eros, el eros freudiano digamos, el amor instintivo;  una dimensión compasiva, que podemos llamar el amor cristiano, aunque está en todas las tradiciones espirituales; y un tercer amor que es ese que tiene que ver con lo que Maturana habla del reconocimiento del otro como legítimo otro (...), el amor admirativo se podría llamar, el aprecio, que tiene que ver con la devoción, incluso con la adoración. (...) Ese tercer tipo de amor es el que se mueve en la amistad, (...) el amor por la justicia, por las grandes cosas. (...) Cuando nos falta amor nos falta uno de los amores. "

Enlaces:
Enlace desde la página web Claudio Naranjo a este y a otros videos y a artículos relacionados 
Asociación Programa SAT para Educadores (Argentina)
Prefacio de Nicole Diesbach: Claudio Naranjo y su propuesta de una educación transformadora 

Otros artículos relacionados:
Entrevista a Carlos Aldana, pedagogo de Guatemala. Reflexiones sobre la escuela informal

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